Yo no tenía idea de cómo cuidar mis dientes hasta que mi hermana mayor, cuando comenzó a estudiar odontología, me dijo cómo lavármelos. Yo tenía unos 9 años.
Desafortunadamente, para entonces yo ya había pasado por varias crisis debido a un montón de muelas picadas.
Cuando tuve a mis hijos quise evitar a toda costa que ellos experimentaran eso; sin embargo, algo hice mal porque hace tiempo descubrí que Víctor, cuando no tenía ni tres años, tenía manchitas apenas perceptibles en algunas piezas dentales. Y por si eso fuera poco, también se golpeó la boca mientras jugaba. El resultado fue que un dientito de los del frente se lastimó y se ennegreció.
Todo esto se complica porque Víctor es un niño al que no le gusta que lo toquen. A veces es toda una odisea vestirlo; a veces trae el cabello largo -y horroroso- porque no permite que se lo corten; si se le asoman los moquitos se los limpia con el dorso de la mano -que luego embarra en la ropa- antes de que lleguen los pañuelos al rescate.
Ahora, a esa lista se agrega el problema de las caries. Mi hermana, que es dentista, ya me pintó el escenario. El niño tendrá que ser dormido por un rato para que le puedan hacer el trabajo necesario. Y nada puede postergarse por mucho tiempo, puesto que todavía faltan varios años antes de que Víctor mude los dientes de leche.
La recomendación de los dentistas es que se cepille los dientes de los niños dos veces al día. Pues bien, me acuso de que solo lo hago una vez, y es antes de que el niño se vaya a la cama.
De cualquier forma, lo cierto es que hay dientes que son más resistentes -o débiles- que otros. Dos niños pueden comer exactamente lo mismo y los efectos en la dentadura pueden ser diferentes en cada uno. Supongo mi hijo está en el grupo de las menos resistentes.
Sea lo que sea, más temprano que tarde mi hijo tendrá que verse cara a cara con un dentista. Ya les estaré contando qué sucedió en la infame cita. Por lo pronto, a esconder los dulces que abundan por todas partes en estas fechas.
¿Y tú qué haces para cuidarle la dentadura a tus hijos? ¿Cuál es tu estrategia para lavarles los dientes?
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